Datos personales

sábado, 21 de mayo de 2011

Lisandro...



Lisandro, 
Me has robado el sentimiento,
La enfermedad de mis nervios, 
Sos vos Lisandro...
Semejante ladrón de sueños húmedos,
Llename los poros de tus juegos eróticos insaciables, 
Acaríciame hasta que te duela el sexo, 
Abordame de cadenas y corales las piernas, 
Enrrollate por los dedos de mis pies,
Cociname un almuerzo con tu poesía.
Vos Lisandro, 
Vos has venido a  conquistarme,
Sembrá tus futuras muestras de afecto en mi corazón de carne,
Dejá las huellas de tu mal humor en el desierto,
Lisandro, 
Atrévete a amarme, 
Demasiado,
Hasta el cansancio como lo haría yo.
Perdete Lisando,
En lo más profundo de este orgasmo de varios minutos, 
Dormite entre mis senos, 
Callate y susurrá al mismo tiempo con la respiración tan suave sobre mis oídos,
Nacé Lisandro, 
Nacé de nuevo para conocerte, 
Para ahondarte, para adularte.
Sonreí Lisandro,
Estoy viva, ¿qué mas querés en tu vida?
Te doy la muerte si es posible 
Y nos morimos los dos juntos, 
Agonizamos los dos juntos frente al mismo frenesí que sentimos esta noche, 
Aprovechá este imperio de animales, y convertite en un águila del infierno.
Calentame cada mañana como si fueras un sol levantándote por mi balcón, 
Cobíjame con tu cuerpo desnudo, 
Alejate de los seres inertes, yo estoy viva Lisandro, te pertenezco.
¿A dónde Lisandro encontrarías una joya y al mismo tiempo con un precio verdadero? 
Soy yo, ¿no me vés?, 
Escondida no estoy,
Tras paredes talvez, 
No sos ciego, 
Lisandro, sos un tonto, vení,
Te estoy llamando, te invoco a todo pulmón, ¿donde vivís? 
¿Estás acaso tan lejos de mí? 
A qué planeta pertenecés, 
Extraño ser, volá ,volá para rejuvenecer, yo te espero,
Estoy en mis ruinas, 
Aguantando calor,
Si es que vos no me quitás las ganas que tengo hoy,
Las ganas de avivar este fuego, de que para mañana, cenizas hayan. 
Convertite Lisandro, sos mi fuego en llamas.
¿Hacia qué mundo debería yo viajar en tu búsqueda mi cariño? 
No podría ser más dichosa de que al menos una vez te he visto. 
He mentido por si acaso, 
Que me causaste no al menos más de un suspiro, 
Pequeño gran hombre con alma de niño, 
Me has cautivado, 
Me tenés en un hilo, 
¿De dónde vendrían estos sueños? 
De dónde solamente los fabricás con tu ausencia, 
De dónde solamente tengo promesas que volverás Lisandro, 
¿Pero cuándo Lisandro?, aún no lo sé. 
Yo me he visto, me he vestido, 
Estoy lista más de cuatrocientas mil veces en la cama, 
Frente al espejo, 
repellada de mi cara, 
Me he perfumado al aroma de los jazmines, 
¿A dónde venís Lisandro? 
¿En cuántas horas estás arribando?
No me negués,
Yo y mis encantos, 
Mis plumas tan suaves, 
Las que te adormecen cuando andas agitado, 
No me espantés, 
Lisandro estoy esperando tu legado. 
Agua pura que me das, 
Bendito veneno de tu piel oscura, 
Esos tus ojos negro carbón, 
Esas tus manos profundas, 
Dónde Lisandro, amor mío,
Platónico lucero, 
Esa nariz tan masculina, 
Esos hombros tan bien formados, como vos Lisandro, no habría otro Lisandro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario