Este no es mi sitio,
Definitivamente,
Pese a que respiro el mismo aire,
Pero no lo es,
Mi escondite es otro.
Aquí no pertenezco,
Y pudo Dios o el hombre equivocarse
Y situarme en un medio erróneo,
Ajeno al mío y a mis prioridades.
Aborrezco el tiempo,
El medio de transporte que me trajo hasta acá,
Maldigo el nuevo siglo,
Maldita hasta la noche,
Que se ha vuelto mi secretaria sin paga,
Maldito es, este trasto en el que escribo,
Malditos todos,
Malditos los sonidos que no oigo.
Despego mi vuelo,
Mi viaje de serpientes en cualquier momento,
Despego mis ansias de esto que puede ser maravilla,
Y me pongo las botas,
Y me preparo para emprender el viaje más largo
De esto que le llaman vida.
Aquí no pertenezco,
Por eso me disipo en miles de partes,
Y que mis falanges ya no pinten más con crayolas humedecidas de lágrimas.
Aquí no me sitúo,
Seguramente,
Me retiro para serle fiel a mi pellejo,
Y me esfumo con suspiros que durarán más de quinientos años.
Yo no sé, justo ahora que es de noche.
Pero este no es mi sitio.
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