Datos personales

domingo, 8 de mayo de 2011

Decido morir...

Decido morir...
Pero mis ojos están cansados para ver mi muerte,
Y no sé quién podrá entonces verme padecer,
Después de que tuve muchos amigos,
una familia,
un hogar,
y una vejez amarga,
no tengo idea de quién me verá partir.
Los puntos rojos ya cubren mi cara,
el vómito me va desgarrando la voz,
las manos se me vuelven inútiles,
el espíritu no me sirve para nada.
Mis venas están cansadas de perforarme la piel.
Decido morir,
arrepentida,
arrepentida de no haber hecho lo que todos querían.
Decido morir,
culpable,
culpable por tantas lágrimas de terror que inundaron mi vida
y nunca supe detener.
Decido morir,
porque hasta acá llegó el humo de este cigarro.
Yo siempre quise inventarme la muerte de noche,
como una inyección el sueño del que no despertara nunca.
Yo nunca quise vivir en castillos,
he querido siempre morir de la manera más tenue.
El dolor ya lo he sufrido en vida,
y en la muerte está demás.
Decido morir y ser como una grano de arena en esta vida de playa.
Y las olas me llevarán y me traerán de regreso a esto que fue vivencia.
Decido morir porque siempre fui invisible.
Decido morir,
cálida,
cálida como el día de verano.
Morir sin otro fondo musical más que la leve respiración.
Morir, morir sin nadie mojando mis labios.
Decido morir sin desafiar el corazón ni los doctores.
Me muero decidida de que en otra vida yo no sére mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario